3 en 1: sol, viento y lluvia en la Patagonia
Sol en Tolhuin
Después de pedalear unas cuántas horas para llegar a Tolhuin, paramos dos días en la casa de la familia Ullua. Ellos nos contactaron a través de Facebook para conocernos y para que tengamos un lugar donde descansar al llegar.
Una de las páginas del cuaderno viajero. ¿Algún traductor en la sala?
La bici se ve a toda hora en las calles y en las sonrisas de grandes y chicos que la usan para moverse por el pueblo y para jugar. Con Agustín, Camila (los hijos de Natalia Ullua), Candela y Felipe (sus amigos del barrio) damos cientos de vueltas durante las dos tardes que pasamos con ellos, no paramos de reírnos y hacemos algo así como una “mini Masa Crítica” (si no sabés qué es, acá podés leer de qué se trata).
“Masita Crítica” por las calles de Tolhuin
Por un rato cambiamos las bicis por los caballos
Y también visitamos el lago Fagnano
Viento en Río Grande
Estamos convencidos de que vamos a poder pedalear los 110 kilómetros que tenemos planeado, pero a menos de media hora de la salida, el viento patagónico nos recuerda que es él quien decide hasta dónde uno puede llegar. Su sonido en estéreo y unas ráfagas que hacen que nuestro velocímetro no marque más de 7km/h nos lleva a parar en la única estancia marcada en el mapa.
Entramos en la estancia Viamonte donde Simón, su dueño, nos ofrece “la casa para los ciclistas” para que pasemos la noche. Ni bien entramos Conrado, Federico y Matías, tres chicos que trabajan en la estancia nos vienen a buscar para que cenemos con ellos.
Primer plato: sopa. Segundo plato: polenta con carne de oveja. Postre: torta. La estancia fue un oasis en el medio de la estepa. Después de contarles nuestro viaje nos llevan a recorrerla, nos muestran dónde y cómo esquilan las ovejas, nos explican sus tareas y después de una hora, nos vamos a dormir mecidos por el viento.
La estancia Viamonte
Conrado, Federico y Matías después de llevarnos a recorrer la estancia
Al otro día madrugamos. Salimos de la estancia con una actitud ganadora, convencidos de que la jornada de pedaleo va a ser intensa pero posible. A los 15 minutos se levanta una tormenta de viento que nos deja hacer sólo un kilómetro en una hora. Nos miramos, coincidimos que va a ser imposible y decidimos llegar a Río Grande en cuatro ruedas e inaugurar el autostop biciviajero para casos extremos como estos.
Pasan unos segundos hasta que una pareja se baja de una camioneta, nos mira con cara de “ustedes sí que están locos” y en 20 minutos llegamos al centro de la ciudad (lo que a nosotros nos hubiese llevado todo un día de pedaleo). Entramos en la primera estación de servicio que vemos, nos conectamos a Internet, chateamos con Pablo Martinengo (un viajero que hace tres años hizo un viaje en moto hasta el norte de Bolivia y que conocimos en Ushuaia) y es él quien nos hospeda tres días en su casa. Pablo es el biciactivista de Río Grande.
Por un lado en la casa de Pablo con su hija Ana y su perra Petuña. Y por el otro la Masa Crítica de Río Grande!
Lluvia en San Sebastián
Si algo nos falta en este recorrido es la lluvia. Salimos de Río Grande y a los pocos kilómetros el agua empieza a caer sobre nosotros y literalmente nos empapa. Dicen que cuando llueve hay poco viento pero en esta zona se ve que ni la teoría aplica, así que el viento y la lluvia acompañan nuestro camino.
Por suerte el sol sale otra vez (así de ciclotímica es la Patagonia) y en lugar de pedalear los 80 kilómetros que pensábamos hacer, la campana de recreo suena a los 50. Otra estancia nos abre sus puertas para acampar y esta vez es la estancia Sara.
Dicen también que bien temprano en la mañana hay poco viento pero otra vez este no es el caso. Sabemos que a la tarde todo va a empeorar y así es: nos quedamos varados en el refugio del paso fronterizo de San Sebastián. Igual no nos quejamos porque en el refugio hay calefacción, cocina y un lugar donde dormir, algo así como un 4 estrellas con vista al mar 🙂
Pingback: Viajes y Relatos | Patagonia Argentina, lugar muy frecuentado por blogueros de viajes y turistas
Pingback: Αργεντινίκη Παταγονία: Αγαπημένη των ταξιδιωτικών blogger και των τουριστών της χώρας · Global Voices στα Ελληνικά
Pingback: Patagonija Argentine, popularno mesto za ljubitelje putovanja i za turiste · Global Voices na srpskom
Jorge"pedalgonico" Castro
Abrazo el sueño que ustedes estan haciendo realidad.que bueno que se atrevieron a bajarse del sistema y subirse a la bici!!! a Rodar!!!!!
Trackback: プラダ バッグ
Pingback: Patagonia – to tutaj najchętniej przybywają argentyńscy turyści i autorzy blogów podróżniczych · Global Voices po polsku
Pingback: Patagonia Argentina, chiqawjax blogueros ukhamarak turistas ukanakan wali uñt’atawa · Global Voices Aymarata
Mauro Bisso
Que linda crónica chicos! Los vengo siguiendo y haciendoles el aguante!!!
Fuerza!!!
Guadiiii
Me encantó el post chicos!! Sigan escribiendo que desde acá nos morimos por saber sobre sus aventuras!!
Las fotos buenísimas!!! Después cuenten más sobre el Taller de Grabado, re interesante!!
Besos Jimenita (liiiiiinda). BE HAPPY 🙂
Laura
Hermoso relato del viaje. Me trae hermosos recuerdos de la ruta 3 en Ushuaia-Rio Grande. Para mi, una de las mas lindas del pais. Los felicito!!
sergio
Jime, sos divina escribiendo… tenes un poder de sintesis y de narracion increibles y super envidiables, es muy lindo leer lo que estan viviendo y lo bien que los tratan en cada lugar que llegan, sigan asi , besos de los dos.
Alvaro
Lo del cuaderno esta en coreano, mas de eso no les puedo ayudar 😛
Sigan adelante chicos!
Nicolas
nooo San Sebastian, el paso fronterizo. 2 dias esperando el dedo para llegar a Rio Grande. La ruta de El Porvenir (Chile) a el paso fue uno de los mejores paisajes que vi.
Mucha suerte con su viaje!!! Siempre da gusto leerlos!
Chidi
gracias a ambos por bajar mi autoestima y hacerme sentir una rata de ciudad!!!
increible viaje