La Patagonia late
Había una vez un inglés llamado Joseph Percival Masters que junto a su esposa Jessie, emigran hacia la Patagonia en 1900 buscando un mejor porvenir. Por esas épocas, el gobierno argentino entregaba sus tierras con el fin de poblar las zonas más alejadas del sur. La pareja se instala primero al sur de Río Gallegos y tienen dos hijos, Percival Herbert y Elinor Cristina.
Pasan los meses, escuchan hablar sobre unas tierras cercanas a un lago que llamaban “Argentino” y después de algunos intentos sin suerte, Masters reconstruye una lancha a vapor y junto a una balsa, logra trasladar a su familia y a sus pertenencias hacia el brazo norte del lago Argentino. Con el tiempo, esta estancia de 22.000 hectáreas logra sumar 12.000 ovejas, 30 cabezas de ganado vacuno y 50 caballos. La bautizan Cristina, por el ser el segundo nombre de Elinor.
Cuando muere Herbert, el último integrante de la familia, deja la estancia en manos de su esposa Janet. La verdad es que entre ellos nunca hubo amor sino una relación estrictamente necesaria: Janet era el ama de llaves y no quedaba otra persona a la cual dejarle esta herencia de hectáreas y animales sueltos.
Antiguo puesto que tenía la estancia para el cuidado de las ovejas
La historia de la Patagonia está viva. Como Masters hace algunos años, navegamos el brazo principal del lago Argentino pero a bordo del Janet, una de las embarcaciones de Viva Patagonia que nos invitó a vivir esta experiencia.
Zarpamos desde el puerto Punta Bandera, ubicado a 50 kilómetros de El Calafate, para hacer un trekking de 5 horas por la Estancia Cristina. Caminamos por los senderos en donde los peones hibernaban con sus animales años atrás. Sentimos las cuatro estaciones en un mismo día: nubes, sol, lluvia y viento durante los 12 kilómetros. No en vano Viva Patagonia llama a este recorrido “Wild Trek” (o caminata salvaje). Y así fue que nos adentramos hacia estos caminos salvajes de la Península Herminita.
Caminado por la península Herminita (circuito que va desde el canal Cristina hasta el canal Upsala)
Los glaciares de la Patagonia están vivos. Navegando el lago Argentino ya se pueden ver algunos desprendimientos del Upsala, uno de los glaciares más importantes dentro del Parque Nacional Los Glaciares y el que más hielo ha perdido a lo largo de los años (desde 1986 su superficie se redujo unos 50 kilómetros cuadrados). Quizás sea por esta pérdida que ni bien se pisa la península, el Upsala busca llamar la atención con sus ruidosos desprendimientos logrando que agilicemos el paso para verlo, escucharlo y admirarlo. Una vez frente a frente, dejó de hablarnos y sólo el soplido del viento retumbaba en nuestros oídos.
Los lagos de la Patagonia están vivos. El lago Argentino es el más grande de Argentina y el tercero en Sudamérica. Los glaciares son los que alimentan el particular y maravilloso color de sus aguas que viven acompañadas por los témpanos en una perfecta armonía.
Su historia, sus glaciares, sus lagos… la Patagonia está viva y sus latidos se escuchan a cada paso.
Wild Trek es una de las experiencias que ofrece Viva Patagonia. Podés conocer todo su abanico de actividades de aventura en vivapatagonia.com.
☞ Este es un post patrocinado, lo que significa que realizamos esta excursión a cambio de contarla en el blog. Nuestras opiniones son independientes, personales y objetivas, y están basadas en nuestra experiencia real.
Cristian y Alejandra
Hola chicos. Hace dos años atrás nos dispusimos con mi esposa a emprender nuesteo primer largo viaje en bicicleta. Invertimos enel horas de estudio del viaje y en equipamiento. Con el viaje ya armado y con fecha mi esposa sufrió en accidente, en bicicleta, fracturándose el sacro y el coxcis. Dos meses despues, el primer dia de vuelta a las pistas, en la mañanita salimos a un campo cerca de nuestra ciudad a pedalear. En la tarde, en plena urbe, a mi esposa la arrolla una camioneta, fracturándose nuevamente el coxcis.
Han sido tiempos de reposo y de volver a la bici paulatinamente.
Y hoy, ya estamos listos nuevamente.
La experiencia de ustedes nos ha calmado la anciedad este largo tiempo.
Esperamos poder escribir la nuestra.
Un abrazo afectuoso desde Curicó, Chile.
Atte. Cristian y Alejandra
David
Hola chicos, soy un seguidor y admirador de sus viajes! Hay algo que me dice que también tengo que hacer algo así! Les escribo porque también estuve el año pasado en Estancia Cristina. Me pareció increíble todo ese basto escenario patagónico. Si bien yo vivo en Bariloche y estoy “acostumbrado” a ciertos paisajes, allá abajo todo se vuelve inmenso, silencioso y de una magnitud tal que te lleva irremediablemente a buscar adentro la respuesta a ciertas preguntas. Sigan viajando, por los que no nos animamos! Un abrazo grande! David
La Vida de Viaje
Hola David! Sí, es increíble ese paisaje! La Patagonia es mágica. Este año se viene un nuevo viaje así que estamos ansiosos de que llegue el mes de abril!! 🙂
Andrés está trabajando hasta marzo en el lago Gutiérrez como guía de kayak, si podés/querés date una vuelta!
Un abrazo grande!
Jime
Hernan Colombo
Chicos que lindo todo eso que contaron, jime genial entrada, andres hermosas fotos, lo mejor amigos sigan asi, y cuenten todo lo que hacen, les mando el abrazo mas grande y anden barbaro
Pingback: El gigante blanco | La Vida de Viaje
El Doc
Que maravilloso , que hermosura , que libertad divina acompañada de naturaleza y vida!!!
marita y miguel
HERMOSA ESTAMPA DE LA PATAGONIA, BUENA SINTESIS HIJITA, TE AMAMOS, Y CUIDATE DE LOS VIENTOS, BESOS