Volviendo a los orígenes en Talampaya
Movimiento. Ruido. Polución. Palabras. Velocidad. Estrés. Pensamientos. Más palabras. Nervios. Responsabilidades. Trabajo. Agotamiento. Cien pies. Cien manos.
Así viven muchos sin saber cómo parar. Sin comprender el verdadero sentido de la vida que también requiere de responsabilidades, de palabras, de movimiento, de trabajo, pero en un sentido más puro y menos “occidental”. No saben porqué hacen lo que hacen, no saben hacia dónde van, no tienen un rumbo fijo.
Muchos se sienten superhéroes o mujeres maravilla. Creen que tienen todas las respuestas, caminan por la vida con la frente en alto creyéndose superiores cuando en realidad sus poderes sólo funcionan en su imaginación y se frustran por no poder controlarlo todo. Otros se sienten chiquitos, bien chiquititos. No conocen la inmensidad escondida en su alma.
Si pusiéramos a estos dos tipos de personas en el medio de un cañón con paredes de 150 metros de alto, dónde sólo se escucha silencio, donde las palabras se las lleva el viento, siendo el único movimiento el de sus ojos observándolo todo, ¿qué sucedería? Tomarían conciencia de cuál es el verdadero sentido de la vida volviendo a sus orígenes. Mirando hacia arriba descubrirían un mundo real que difiere mucho de su realidad.
No hay nadie que no se sienta pequeño ante su majestuosidad y mística. Su inmensidad es absoluta y su belleza inigualable. Basta con escuchar el crujido de los pies al caminar por sus rojas arenas y dejarse llevar. Es una verdadera vuelta a los orígenes por transitar en un lugar perteneciente ni más ni menos al período Triásico de la era Mesozoica hace 225 millones de años atrás. Hay que tener una mirada 360 para no perderse nada en el Cañón de Talampaya.
Petroglifos | 1° estación
Empieza nuestro recorrido por el cañón del tiempo. La primera estación nos demuestra que esta tierra no fue solamente habitada por reptiles sino también por humanos. Mucho tiempo atrás, se cree que toda esta zona era mucho más húmeda lo que permitía que las primeras comunidades se asienten por la presencia de agua y vegetación. Ellos expresaban su realidad con dibujos de choiques, personas, huellas y animales en piedras y hasta se pueden ver morteros gigantes donde molían maíz y algarrobo.
Jardín botánico | 2° estación
Nuestras cabezas siguen apuntando hacia arriba. Es que la altura de las paredes del cañón impide hacer otra cosa. A medida que vamos avanzando nos sentimos cada vez más y más chiquitos porque todo lo que nos rodea supera los 150 metros.
Nos dicen que en la próxima estación vamos a recorrer un jardín y nos resulta muy extraño porque hasta ahora vemos aridez extrema y mucha arenilla roja. Después de unos pocos kilómetros vemos un pequeño bosque en el medio del gran Cañón de Talampaya. En el centro, hay un algarrobo blanco de cientos de años y alrededor plantas de un color bien verde que contrastan con el paisaje. Acá nos cuentan que Talampaya significa “río seco del Tala”, siendo éste último un árbol muy común en gran parte de América.
A unos pocos pasos vemos que el cañón se hunde en una geoforma parecida a un tubo. Su altura es inmensa y casi que llega al cielo. Se la conoce como “La Chimenea” y allí se puede oír el eco de Talampaya. Hay que estar ahí para sorprenderse del sonido perfecto que se escucha al gritar una palabra. Esta es una singularidad que se da en La Rioja y se cree que no se ve en otra parte del mundo.
Catedral gótica | 3° estación
La naturaleza hace de las suyas: el agua y el viento erosionan de manera mágica las rocas. Nos trasladamos con la imaginación a Barcelona al ver las agujas de su catedral gótica en la cara sur del cañón. También distinguimos una cabeza de cóndor y un rey mago sentado en su camello.
El Monje | 4° estación
Un monje, una torre, un tótem. Más geoformas rodeadas de piedras erosionadas de más de 40 metros de altura. Avanzamos unos metros y encontramos una tortuga y una especie de botellón. Acá se encontraron numerosos restos fósiles que no han sido descubiertos en otros rincones del globo.
Desde el lugar donde estamos y gracias a que el día se despejó por completo, se puede ver el Nevado de Famatina que tiene una altura de 6250 metros, siendo la cumbre extra-andina más elevada del mundo fuera de Asia.
Cajones de Shimpa | 5° estación
Muchos años atrás habitaba por esta zona un cura que siempre llevaba un “simba” o una especie de pañuelo en la cabeza. La deformación del nombre llevó a que este lugar se bautice como “Shimpa”.
El camino está cubierto de muchísima arena roja. Nuestros pies se hunden con cada paso, nuestros ojos miran el suelo y se distraen con las rocas que parecen estar derretidas por el sol como consecuencia de sus formas y colores. El sol se esconde detrás de una nube y el calor pega en las alturas. Una fría brisa levanta un poco de polvo.
El Cañón de Shimpa es muy angosto y tiene una extensión de seis kilómetros, pero nosotros sólo recorremos uno. De este lado, el cañón no supera los siete metros de ancho y los paredones rondan los 80 metros de altura.
Unas piedras blancas sobre el suelo nos advierten que llegamos al fin de este paseo y emprendemos la caminata de regreso. Sorprendidos, reflexivos y atónitos con lo que nos regaló Talampaya y sintiéndonos un punto muy chiquito en este gigantesco mundo que tiene tanto para enseñarnos.
Sendero del Triásico | Bonus track
En la entrada del Parque Nacional Talampaya hay un sendero autoguiado donde se pueden descubrir algunas de las criaturas que habitaron esta zona hace 200 millones de años.
Cómo llegar:
El Parque Nacional Talampaya está ubicado al noroeste de Argentina, en el centro oeste de la provincia de La Rioja. En el KM 144 está el acceso al Cañón de Talampaya donde se encuentra el complejo turístico del mismo nombre con restaurante, baños, camping, oficinas de informes y excursiones. Todas las salidas deben realizarse en vehículos (sin excepción) y acompañadas por un guía. La página oficial del parque es talampaya.com
Datos útiles:
- Podés acampar: el Parque cuenta con un espacio muy bien preparado para acampantes. Hay baños, duchas, quinchitos techados con mesas y bancos de madera, fogones con parrillas y sectores designados para once carpas. Es una de las áreas de acampe más cuidadas que vimos hasta ahora.
- A la hora de salir: si sopla viento zonda (algo característico de la zona de Cuyo que consiste en un viento seco, caliente y que levanta mucho polvo), las excursiones se cancelan. También se suspenden si hay fuertes lluvias (si hay crecidas, el agua en el cañón puede llegar al metro de altura).
- Podés hacer el Cañón de Talampaya en mountain bike: el parque ofrece una excursión para todos aquellos que quieran recorrer el Cañón en bicicleta. Laura Lazzarino en su blog “Los Viajes de Nena” te cuenta su experiencia y Dino de “Magia en el Camino” comparte sus sensaciones del recorrido.
Dónde descansar:
A tan sólo 60 km del parque se encuentra la localidad de Villa Unión. Te recomendamos parar en el Complejo Paraíso del Bermejo, ubicado a dos cuadras del centro. Es un lugar tranquilo, con precios accesibles y muy cómodo. Podés visitar su web en elparaisodelbermejo.com.ar.
☞ Este es un post patrocinado, lo que significa que realizamos esta excursión a cambio de contarla en el blog. Nuestras opiniones son independientes, personales y objetivas, y están basadas en nuestra experiencia real.
Maribel
¡Hola chicos! les cuento que por casualidad o causalidad recién di con un vídeo de ustedes de Tedx (el cual me encantó). Busqué la página que mencionaban y chusmiando un poco la página observo que anduvieron por mi departamento, General Felipe Varela, Villa Unión.
Simplemente quería felicitarlos, pocas personas se animan a hacer realidad sus sueños, por muchas razones, ustedes son ejemplo de que es posible.
Saludos y buena ruta chicos…
Tati - Caminando Por el Globo
Piel de gallina leyendo y viendo las fotos de este post! Es cierto que es pura inmensidad. Tengo mucho amor por ese lugar porque fue la acampada mas linda de mi vida. Dormí ahí… aunque mucho no dormi porque me pase horas viendo la luna y unas luces raras que se veían a lo lejos (lo que la gente de ahí llama “luz mala”)
Micaela
Es impresionante lo que hacen!!! Los sigo a través de las fotos. Les deseo mucha suerte!!! Besos.
Mabel Urrutia
Hola chicos! Excelentes fotos y relatos. Nos encanto compartir con uds la charla, un mate y ese “pedacito” del viaje, ante la magnifica naturaleza. Muchos EXITOS!!! Mabel y Alejandro-Bahia Blanca
La Vida de Viaje
Hola Mabel y Alejandro! Muchas gracias por escribirnos y por las charlas compartidas. Un abrazo grande y seguimos en contacto, fueron una partecita muy linda de nuestro viaje!
marita y miguel
Que lindas fotos, chicos y cuanta historia en este Cañon, es increible.Resulta muy bello todo lo que contas en tus relatos .Cada vez mejor, a seguir. Un besito
carlos paez
fuerza chicos sigan a delante,y todo aquel que lo quieran ayudar.ayudelon en lo que sea.yo puse un poquito de mi ayuda,a si puedan cumplir con sus sueños,fuerzas jime y adrean,
La Vida de Viaje
Gracias Carlos! Estamos muy agradecidos con vos y tu familia. Un abrazo grande!
**Lau**
Qué lindas fotos chicos! Y qué bueno que ya hayan llegado hasta allá! El recorrido en bici es impactante, pero sus fotos me dejaron boquiabierta. Muy bien aprovechado el paseo! Ojalá nos veamos antes de irnos de viaje!
La Vida de Viaje
Muchas gracias Lau! Ojalá nos veamos, un beso grande!
carlos ferrario
como existe personas que se van a otros paises,y quizas desconoscan estas bellezas que son nuestras, por dios que tristeza….abrazo