Guía para recorrer Buenos Aires en bici: de La Boca a Puerto Madero

Vamos a decir una obviedad: cruzar la ciudad en bicicleta es muy diferente que hacerlo en auto o a pie. No sabemos bien por qué es, pero seguro tendrá que ver con que no solo uno puede observar lo que va recorriendo sino que además, uno se vuelve parte de ese entorno: todo es tan vivo que los sentidos están atentos a todos los detalles.

Después de redescubrir la Plaza de Mayo y el barrio de San Telmo, nos quedamos con ganas de más. Mientras pensábamos cuál podría ser nuestra próxima parada, recibimos un mensaje de Martín, uno de los guías de La Bicicleta Naranja, invitándonos a recorrer sobre ruedas el circuito sur, el tour más pintoresco de la ciudad de Buenos Aires.

La Boca (o el barrio popular)

Partimos desde San Telmo con las bicis, damos una vuelta por Parque Lezama y nos adentramos en La Boca. Su nombre viene dado porque este barrio está al lado de lo que fue el primer puerto natural de Buenos Aires, “la boca del Riachuelo”. De la arquitectura bien española pasamos a una escenografía italiana, vemos arte callejero en casi todas las esquinas y llegamos al corazón que mantiene vivo a este barrio: el estadio de Boca Juniors.

Nacido en 1905, el fútbol en esos años era de importación inglesa. Los sustantivos de esa nacionalidad parecían necesarios en los nombres de muchos clubes, aunque los socios fundadores fueran todos italianos (como sucede también con River Plate, Racing Club y Newell’s Old Boys). Durante un tiempo los jugadores vistieron camisetas color rosa, hasta que un día se eligieron el azul y el amarillo de la bandera de un barco sueco que llegó al Riachuelo. A los hinchas se los suele llamar xeneizes y la razón es que el club en sus inicios era de los genoveses de Xema (Génova).

Hay muchas versiones de por qué se lo conoce como “la bombonera”: una dice que es porque las tribunas tienen una gran pendiente con bandejas superpuestas y otra es por su forma que simula una caja de bombones. Lo cierto es que su acústica es muy singular, por no decir única en el mundo. Se dice que “no tiembla, late” asustando e intimidando al equipo visitante, consecuencia de sus cimientos de concreto y plástico.

Continuamos pedaleando hasta llegar a la calle Caminito creada en 1959 por iniciativa de Quinquela Martín, uno de los pintores argentinos más populares del país. Se la bautizó así por el célebre tango “Caminito”, cuya letra se refiere a un camino rural de la provincia de La Rioja.

Costanera Sur y Puerto Madero (o la ciudad verde y pudiente)

Del folclore típico de Buenos Aires y sus históricos conventillos, pasamos a lo natural y a los edificios altos que dan la sensación de estar en otro país.

Avanzamos hacia la Reserva Ecológica Costanera Sur, un área que tiene 360 hectáreas en total. ¿De dónde salió este espacio verde tan grande? En 1978, cuando se construyeron las autopistas urbanas, se usaron los materiales de demolición de casas y edificios de diferentes barrios para crear un relleno perimetral ganado al río. El proyecto original contemplaba crear edificios gubernamentales que quedaron en la nada, y poco a poco, los yuyos avanzaron sobre los residuos. Hoy es un lugar público y gratuito que desconecta a cualquiera de los ruidos de la ciudad: hay caminos internos, miradores, avistaje de flora y fauna, lagunas y muchos descansos.

En Buenos Aires hay unas 863 hectáreas de espacios verdes y el 40% de ese pulmón está en la Reserva

La última parada es Puerto Madero, donde frenamos para ver el Puente de la Mujer, una estructura metálica de 690 metros de largo que se convirtió en un ícono porteño.

Bonus track: de noche Puerto Madero es tan lindo como de día (algunos dicen que el puente simula una pareja bailando tango)

Madero es el segundo puerto artificial de Buenos Aires, proyecto que tuvo como rivales al señor Madero (de ahí su nombre) y al ingeniero Huergo. Ambos conservaban miradas contrapuestas sobre el futuro puerto que reemplazaría al de La Boca por haber quedado chico: el primero proponía una idea muy costosa importada de Inglaterra y el segundo un plan independiente de la tecnología y el financiamiento inglés. Aprobado el de Madero, se tardó diez años en construir los cuatro diques y la Dársena Norte, que tiempo después, resultaron inútiles por los métodos de carga, descarga y falta de capacidad. Años más tarde se le dio la razón a Huergo creándose el “Puerto Nuevo”, tercer puerto de la ciudad.

Puerto Madero también se caracteriza por sus opciones gastronómicas: desde sus lujosos restaurantes hasta los puestos callejeros donde se pueden comer los clásicos choripanes y las deliciosas bondiolitas de cerdo. A quien le guste la historia y la navegación, puede visitar la fragata-museo Sarmiento, exnave escuela de la Armada (hay un museo de fotos y recuerdos a bordo).

Para cerrar, les dejamos un video-resumen del recorrido:

La Bicicleta Naranja organiza este tour por la ciudad de Buenos Aires. Si querés reservar esta excursión, hacé click acá.

☞ Este es un post patrocinado, lo que significa que realizamos este paseo a cambio de contarlo en el blog. Nuestras opiniones son independientes, personales y objetivas, y están basadas en nuestra experiencia real.