Cuatro
Parece que el cuatro es mi numero bisagra, mi punto de inflexión en los viajes largos. En el 2013, cuando cruzar de punta a punta el inhóspito sur argentino en bicicleta era más una realidad que una utopía descabellada, me pasó lo mismo: cumplidos los cuatro meses empecé a sentirme en verdadera sintonía con el viaje.
Pienso que al principio el tablero de todo periplo está algo desordenado y acomodarlo va de la mano con el dejar(se) fluir, con el soltar(se), con el confiar en lo invisible, algo que los primeros días o semanas cuesta un poco (o al menos me cuesta).
Cuando regresamos a Buenos Aires después de nuestro primer viaje solo queríamos quedarnos unos pocos meses, pero el calendario terminó sumando una vuelta al sol y más. Deseé volver al camino e imaginé que la adaptación iba a ser instantánea, pero al contrario de todos mis pronósticos, mi yo-ciudad (solitario, celoso de su espacio-tiempo y sedentario) pisó el suelo con intensiones caprichosas que eclipsaron a mi yo-viajero (sociable, presente y nómade).
Ninguno quería convivir con el otro. Ninguno quería perder su lugar. Ninguno se hallaba. Los dos estaban nublados y yo en el epicentro de la tormenta sin saber qué hacer: volver, continuar o reposar.
A los cuatro meses de pedalear desde Ushuaia rumbo a La Quiaca entendí que la esencia de las personas va más allá de cualquier maquillaje, que todo sucede por algo, que se puede ser feliz sin tantas lucecitas de colores y muchas otras cosas más, y con un poco de nostalgia le dije hasta luego a la Patagonia. Esas fueron mis primeras enseñanzas de lo que significa “viajar” más allá de cualquier moda o tendencia: extrapolar este estilo de vida a la vida misma, a algo que en un principio era un sueño y hoy es algo cotidiano y normal.
Pero hubo algo que pasé por alto y que en esta aventura sacudió mis pies. Es que mucho de lo que uno aprende viajando queda tatuado a viva voz, pero hay palabras que necesitan madurar para ser traducidas después.
Estábamos en Chile, en el único tramo de arena y tierra que debíamos hacer en el país vecino para cruzar de Tierra del Fuego a Santa Cruz. El día era gris y ventoso y no nos quedaba otra que agachar la cabeza y pedalear en falso. Se nos venían encima los primeros cuatro (otra vez) días de acampe en ruta, sin lugares donde poder conseguir comida ni agua. Desierto absoluto.
En ese momento la situación me parecía una locura: sabía que algunas experiencias iban a ser inevitables, pero otras me parecían carentes de sentido si el pasarla mal no estaba ni cerca de nuestro listado de cosas-pendientes-por-vivir. ¿Para qué tanto esfuerzo físico y mental entonces? No teníamos suficientes provisiones, no había lugar donde dormir, no se podía avanzar y a los pocos kilómetros supimos que los cuatro días iban a ser probablemente seis.
Levanté el pulgar sin aviso previo y el único camión que pasó, frenó. El chofer no tenía el perfil del típico camionero que yo tenía en mente (oh, prejuicios): era rubio de ojos claros, flaco, vestía camisa de jean y pantalón prolijos y llevaba anteojos de académico. Después de las presentaciones, nos contó que hacia yoga, meditaba y era un fiel lector de libros de metafísica. La frase que marcó el camino fue una sola: “viajen a consciencia”. Y recién hoy, después de casi 9 mil kilómetros, comprendo en carne y hueso lo que nos quiso decir.
Cumplido el mes cuatro, algo cambió:
Me abstraje del reloj, de tiempos impuestos, de kilómetros apresurados. Me desvestí de exigencias. Me sumergí en mi hogar-cuerpo, porque si viajo cargando mochilas con ladrillos viejos, mis pies no avanzan a pesar de vivir en movimiento.
Aprendí a andar liviana de cuerpo, alma y palabra. Aprendí algo simple: así como estamos hoy, estamos bien. No necesitamos más ni tampoco menos.
Aprendí que la velocidad en cualquiera de sus formas es involutiva, que el ruido es polución mental, que el exceso de voces que carcomen cabezas son veneno para el cuerpo.
Viajar a consciencia o vivir a consciencia es lo mismo. Es tener ojos y corazón abiertos: en el otro me reflejo, el otro soy yo y yo soy en el otro y nosotros y ellos. Somos todos. Es respirar y que el aire mentole la nariz, ensanche panza y pulmón y expire pausa.
Es ir lento (¿para qué apurarse?), es estar presente (¿para qué anticiparse si el futuro no existe aunque nos quieran convencer de lo contrario?), es no juzgar nada de lo que pasa porque cada segundo es vida (y nuestra finitud sí que existe), es aceptación total creando un mundo bajo nuestras propias reglas.
Cuatro meses después de haber empezado este nuevo viaje entendí que la vida es un abrir y cerrar de ojos. Cuatro meses después de haberme despedido de mi hogar, encontré el mío: adentro, acá, donde está mi presencia. Cuatro meses después de roces de yoes, me regalo silencio.
Cuatro meses después entendí que el viajar es mucho más que unir puntos, ciudades o pueblos o cruzarse con historias. Recordé por qué y para qué viajo: para hacer temblar mis propias paredes, para respirar en mis propias sombras y volverlas luz, para vaciarme de contenidos inventados e imaginarios.
No busco aprender sino aprenderme y desarticularme. Busco fluir. Busco volver a ese estado puro que nos pertenece por el simple hecho de ser. Y viajando o viviendo a consciencia, lo encontré. Me encontré.
nicolas
La verdad muy cierta tus palabras gime . los sigo en cada cosa que hacen y publican , como me gustaría vivir y aprender las cosas que el viajar de esa manera les enseña
Gustavo
Hermosisimo y muy profundo relato!
Encontre u rosarino que da charlas muy lindas, algo parecido a la experiencia que vos nos contas, les dejo el link por si les interesa escucharlo. Es Joaquin del PINO
ABRAZOS Y MUCHA LUZ,
Gustavo https://youtu.be/T-HfsDuycpU
Jime Sánchez
Gracias Gus! Lo voy a escuchar 🙂
Nico Birriel
Gracias Jime, me emocione leyendote, gracias por compartir el propio aprendizaje.
Es una linda forma de ayudarnos entre todos
Jime Sánchez
Tal cual 🙂 Es la idea. Gracias, Nico!
Sheyla
Muy bonitas letras Jime. Inspiradoras de seguir la ruta hacia el camino deseado, el propio.. alejado de pre- disposiciones sociales y mas enfocado al sentir, al vivir, al sentir. Te deseo lo mejor en este trayecto hermoso; y espero ya pronto decidirme y llenarme de mi, de puereza y satisfaccion que la ciudad y la rutina, me han quitado…
Jime Sánchez
Con paciencia todo se puede. Marcando un norte, también. Abrazos muchos y gracias!
Gustavo
” para hacer temblar mis propias paredes”, .. ESPECTACULAR.. primera ves que leo algo de esta pagina, realmente genial. !
Jime Sánchez
Gracias, Gustavo! Volvé más seguido por acá! jaja
Nati Bainotti
Tan real y tan poética siempre =)
Jime Sánchez
Nota mental: hacer un viaje juntas!
WalterC
Gracias Chicos! La vida es un continuo aprendizaje y muchas veces ocurre que entendemos (las palabras, los consejos, lo vivido) después de un cierto tiempo. Pero es hermoso aprender y no solo entender, y poder hacer cambios para que nuestra vida sea mas plena.
Hermosas fotos, letras y pensamientos. Hay muchas pero hoy me quedo con esta: “Aprendí que la velocidad en cualquiera de sus formas es involutiva, que el ruido es polución mental, que el exceso de voces que carcomen cabezas son veneno para el cuerpo”.
Un gran abrazo a la distancia.
Y a seguir viaje, sin reloj y sin mochila.
Jime Sánchez
Hermoso, hermoso, hermoso! “Y a seguir viaje, sin reloj y sin mochila” ❤
Andrés
Saludos Jime
Me gusta tu historia muy motivador tendré que empujar mi ser a encontrarme cuidate mucho un abrazo!!
Jime Sánchez
Es tan importante! Tanto como conocer historias y personas. Abrazos muchos!
Liza
Hola! Un gusto saludarlos, estuve leyendo esta semana sobre todo lo que hacen y me parece genial! Sigan así, son de mucha inspiración para mi. Les quiero regalar una canción que escuché ayer y me hizo pensar en ustedes chicos. Abrazo!
https://youtu.be/bNfFRwzGft4
Es de un grupo paraguayo, Kchiporros.
Saludos desde Paraguay.
Jime Sánchez
Ya ya la escucho ❤ (ya me encantó la melodía). Gracias!
vero
Me encantó esta nota Lara! Me quedo con esto ultimo para procesarlo y ojalá lo consiga:
“Busco fluir. Busco volver a ese estado puro que nos pertenece por el simple hecho de ser. Y viajando o viviendo a consciencia, lo encontré. Me encontré.”
Alex Ferrero
Cuando las palabras salen de esta manera, mejor cazarlas con lapiz y papel no? que buen post!! Casi que me lo leí armando un corto audiovisual, con tu voz en off. Es que las fotos ayudan muchisimo.
Jime, como ya lo dije en alguna oportunidad, ustedes estan entre mis travel bloggers preferidos. Espero poder conocerlos pronto para darles un gran abrazo. Por lo pronto les deseo lo mejor en este viaje que les queda.
Jime Sánchez
Genio, Alex! Millones de gracias 🙂 Estoy segura que nos vamos a conocer (y abrazar) pronto!
Daiana
Jime que lindo todo lo que escribes. Hace 7 meses que esta en mi cabeza salir.y para ello abandone mi oficina de abogada mis clientes y la profesion. Regalando y mal vendiendo muebles. Deseando que llegue nuestro 10 de diciembre fecha en que partimos al noa llenas de ganas y miedos al mismo tiempo. Y estas historias no sólo que empatizo 100 por 100 sino que me empujan y terminan de amasera mi proyecto. Es por eso que agradezco tus palabras y el fin de tu blog que es contagiar y trascendernos cumple su fin. Buenas rutas.
Jime Sánchez
Qué lindo leer esto! Tal cual como decís, eso es lo que queremos transmitir con este blog: más allá de los destinos, más allá de cualquier guía para conocer tal o cual lugar.. contagiar, animar, compartir nuestra experiencia de viaje y de vida. Muchos besos, Daiana! A seguir con ese sueño!
Susana
Gracias por permitirme entrar en tú alma! !cuanto me dejas para meditar. .. cuanto para soltar y cuanto para tomar! Abrazo!
Maxi
¡¡CUANTA LUCIDEZ!! Que bien escribiste.
Roberto
Hola Jimena¡¡¡ : El viaje en bici es también un viaje interior, que nos conecta con nuestro ser.
Gracias por compartir tus reflexiones.
Cordialmente: Roberto.
Jime Sánchez
Sin dudas que lo es 🙂 Gracias!
Diego Galeano
Después de leer esto tengo mucho para decir, pero para resumírtelo: felicitaciones por tu texto y tus fantásticas fotos! Saludos desde Paraguay!
David
Buenisimo el texto y las fotos, me quedé pensando en muchas de las cosas que decís, muy cierto y el texto también deja ver que estas en paz. Abrazos para los 2!
Jime Sánchez
Qué bueno que mis palabras (que ya dejaron de pertenecerme) sigan resonando. Estoy en paz, pero la búsqueda de paz y plenitud es algo de todos los días. Eso también aprendí. Abrazos, David!
moni
bella
Estela y Edgardo
Jime: después de cuatro meses te queremos un poquito más y te contamos que nosotros también viajamos, en el tiempo y entre estas cuatro paredes que son nuestro hogar. Andrés: a vos también te queremos un poquito más; muy buenas las fotos !
Jime Sánchez
Gracias, lindos! Nosotros también los queremos mucho!
Vane
Que gran foto elegiste para “cerrar” este gran post!
estefi
Me encantó ji!!! hogar-cuerpo dos simples palabras con un significado enorme!!!! te adoro!!!
Jime Sánchez
Yo también ❤
Ana Veronica
Me encantó…y me siento muy identificada, hace unos días volví a Montevideo después de 106 maravillosos días recorriendo el mundo! Y no soy aquella que se fue con muchas expectativas y muchos miedos…y volví a la rutina y no quiero estar acá….me enamoré de esa forma de vida!!! Espero poder volver a vivir esa experiencia…..
Gracias por compartir la tuya!
Jime Sánchez
106 días es un montón! Lo bueno es que atesoraste todos esos momentos y volviste rica de experiencias. Eso no se pierde nunca. Abrazos y gracias!
Javier
Como me gustaria entender y sentir lo que contas, vivo tan atado a la rutina y al mecanismo estructurado de la vida en la ciudad que me cuesta hacer tiempo para encontrarme con mi mismo… Me gusta mucho lo que escribis porq no solo das los mejores consejos, tmb porq es una muestra de valor y coraje q contagia hasta al mas cobarde. Nose que vas a hacer mañana, pero hoy iluminaste muchas vidas con tus simples letras…. Gracias.
Jime Sánchez
“Nose que vas a hacer mañana, pero hoy iluminaste muchas vidas con tus simples letras”. Gracias, gracias y gracias! Recordá algo que dije por ahí: tu hogar está en tu presencia. Se puede, te lo aseguro. Abrazos enormes a la distancia.
juliana
Muy lindo, muy visual al leerlo y muy impactantes las fotos!
(la anteúltima con tu silueta en sombra es muy graciosa, y la de Harley precisa sponsorship ya)! jajaja
laviu.
Jime Sánchez
Yo también te quiero, aparata!
Diego
Sin palabras….
Genial!
Jime Sánchez
Gracias ❤
Juanca
Sigue brillando en cada recta Jime. Hasta la última curva. Nunca dejes de soñar, nunca te rindas campeona. Abrazo Juanca.
Jime Sánchez
Gracias infinitas!
Daniel Guerrero
Cuanta verdad Jime…!!
“…volver a ese estado puro que nos pertenece por el simple hecho de ser…”
Solo el camino y el viento pueden enseñar eso, eso que llevamos dentro hasta que así, en la soledad del camino, en esa infinita y compleja visión de horizontes internos /externos nos encontramos.
Gracias chicos! Ya estoy llegando al final de su hermoso libro, tardo porque vuelvo a releer, busco y sigo… pero avanzo, lento pero firme…
Gracias!
Y adelante!!
En estos días se va otro ciclo-amigo, eligió empezar rumbo al sur. Tal vez el camino alguna vez los cruce
Abrazos!
Jime Sánchez
Y todavía te falta el otro libro! Pf, todo lo que queremos compartir no caben en estas hojas virtuales. Ya pronto nacerá 🙂 Abrazos muchos, Daniel!
Paola
Y yo leyéndoles re afirmo mi admiración que se esta volviendo obsesión, pero como no obsesionarse con las personas que te muestran no solo con imágenes sino con palabras que se puede y que en el poder se construye lo mágico, lo básico de vivir sin ataduras, de vivir porque a eso vinimos y es lo único que debe preocupar VIVIR, ustedes, aunque no lo sepan hacen parte del comienzo en mi vida del esto es lo que quiero y voy hacer.
Gracias por dejar ver que se puede, pero sobre todo que la vida es una búsqueda constante no solo de momentos sino también del hallar, hallar lo que somos. Luz y vida en su camino 😀
Jime Sánchez
Creo que todos los que vamos por este camino buscamos encontrarnos. Lo bueno es saber que no estamos solos y que somos muchos los que estamos arriba del mismo vagón. Luz para vos también, Paola!
Guido
Excelente! Como siempre tu forma de escribir me conmueve. Y las fotos son lo más. Abrazo grande
Jime Sánchez
Gracias, Guido! Este post salió hace unos días a las 12.30 de la mañana. Me quedé con el cuaderno hasta las 3. Cuando las palabras necesitan salir, se escriben solas. Te abrazo yo también!