5 razones para cruzar los Andes en bici desde Bariloche

Cruzar los Andes en bicicleta es un clásico. ¿Y sabés cuántos cruces de la cordillera hay? 43. Sí. Un número gigante, inhóspito y que ya de solo pensarlo nos quita el aire.

Cada cruce tiene su complejidad. No es lo mismo hacer el paso Sico en Salta que alcanza los 4578 msnm que el paso Dorotea en Santa Cruz con su punto máximo en 605 metros. No se trata de subestimar los cruces porque cada uno tiene sus propios desafíos además de la altura (clima, temperatura, lluvias, viento), pero ¡vamos! Al menos a uno te tenés que animar.

Cruzar los Andes en bici desde Bariloche es un cruce poco conocido. Conecta San Carlos de Bariloche (Argentina) con Petrohué (Chile) y el recorrido es de película. Estos son 5 motivos por los cuales alguna vez en la vida tenés que darte la oportunidad de hacerlo.

1. Salís desde Bariloche, una de las ciudades más lindas de la Patagonia argentina

Bariloche tiene bosque, ciudad, montañas, lagos, ríos, cascadas, estepa y valles. Si no tuviste la oportunidad de conocerla, en este viaje tomate el tiempo para recorrerla antes de hacer el cruce.

Bariloche es la Capital Nacional del Turismo Aventura. Si te dan los días y el bolsillo te lo permite, podés sumar alguna excursión de buceo, kayak, rafting o la aventura que quieras o tengas pendiente (atenti que si contratás una excursión desde esta página tenés un 10% de descuento). También podés hacer trekkings de montaña, dormir en refugios y pedalear por circuitos como el balcón del Gutiérrez o Circuito Chico sin gastar plata.

Ahora hablemos del cruce: tenés que estar en Puerto Pañuelo a las 9.30 de la mañana. Si viajás con alforjas, las vas a tener que sacar de la bici y dejarlas en el muelle para que personal del puerto las entre al catamarán. La bicicleta va a ir sobre la cubierta. Después de presentar el documento, los pasajes y pagar la tasa de embarque, empieza la aventura.

2. Navegás tres lagos: Nahuel Huapi, Frías y Todos los Santos

Este es el único cruce de los Andes que te permite navegar el Nahuel Huapi, el cuarto lago más grande de Argentina. Desde el barco vas a poder ver de cerca la isla Centinela en donde descansan los restos del Perito Pascacio Moreno, un político, explorador y geógrafo argentino que donó parte de las tierras que hoy pertenecen al Parque Nacional Nahuel Huapi hace muchísimos años.

La inmensidad se angosta en la entrada al brazo Blest, la ramificación más larga del lago. De a poco la selva valdiviana entra en escena con sus verdes intensos y húmedos. Cuando llegás a puerto Blest, se vienen los primeros 3 kilómetros arriba de la bici. Sobre un camino de tierra atravesás la selva. A la izquierda te va a acompañar el río Frías con sus aguas color esmeralda teñidas por los glaciares. Sacá fotos. Respirá el bosque dentro tuyo.

Una vez en puerto Alegre se viene la segunda navegación del día por el lago Frías al pie de la Cordillera de los Andes. Subís la bici a un catamarán y con los ojos empezás a trepar las montañas. Hacés cumbre en el cerro Tronador. Pegás un salto y nadás este espejo de agua verde. Y después de todo este viaje, llegás a puerto Frías donde te despedís de Argentina y le das la bienvenida a Chile.

La tercera navegación es por el lago Todos los Santos después cruzar la Cordillera. Viajás escoltado por montañas, cascadas y los volcanes Tronador, Puntiagudo y Osorno. Es una de las regiones volcánicas más lindas de Chile.

3. Recorrés uno de los parques nacionales más vírgenes de Chile

Los Parques Nacionales siempre le dan un plus a los viajes. Y muchas veces son la figurita difícil cuando queremos recorrerlos en bicicleta. Por eso cuando uno de ellos está al alcance de una vuelta de pedal, no hay que perder la oportunidad.

El Parque Nacional Vicente Pérez Rosales es el más antiguo de todos los parques nacionales de Chile. Vas a recorrer 27 kilómetros por caminos inhóspitos y vírgenes rodeados de coihues, ulmos, olivillos y arrayanes. No hay casi nada de tráfico, salvo los micros que trasladan a los pasajeros que están haciendo este mismo recorrido pero a pie. Algo para que tengas en cuenta: en todo este trayecto no hay servicios.

Los primeros 4 kilómetros son los más difíciles. El camino tiene muchas piedras y una pendiente bastante pronunciada. Una vez que llegás al hito fronterizo, la subida se convierte en una bajada gloriosa hasta llegar a Peulla, el primer pueblo de todo este recorrido. Tené cuidado: el camino sigue siendo sinuoso y con piedras sueltas, pero el paisaje es espectacular. Se cruzan puentes, cascadas inmensas, campos verdes y montañas solemnes.

En Peulla tenés que hacer los trámites de aduana y migraciones. A veces, dependiendo de la época del año en que realices esta travesía, la embarcación que cruza el lago Todos los Santos hacia Petrohué sale más temprano que de costumbre. Recomendación: disfrutá el camino y no lo hagas a las apuradas. El pasaje para cruzar el lago tiene una vigencia de seis meses.

Peulla es como una aldea sacada de un cuento europeo. Podés pedir permiso para armar la carpa detrás de alguna casa, dormir en una pensión o en sus dos únicos (y caros) hoteles. Si querés, también podés hacer excursiones como canopy, cabalgatas, excursiones 4×4 y trekkings por el Parque Nacional.

4. Una vez en Ensenada, podés armar la ruta que quieras

Llegás a Ensenada y podés seguir hacia:

– El sur: rumbo a la Carretera Austral (uno de los caminos más lindos del mundo para hacer en bicicleta)

– El norte: Osorno por la U-99-V costeando el lago Llanquihue

– El oeste: Puerto Varas, Frutillar o Puerto Montt

5. Si seguís hacia Puerto Varas, pedaleás por una bicisenda de lujo de 64 kilómetros

Quienes viajan en bici saben el placer que se siente cuando se pedalea un camino que además de estar prolijamente pavimentado, tiene una bicisenda de lujo. Si seguís desde Ensenada hacia Puerto Varas, esa bicisenda de 64 kilómetros y la vista del volcán Osorno te van a acompañar durante todo el camino.

De verdad que te olvidás del tráfico al mirar el paisaje. Vas a estar en tu mundo.

☞ Este es un post patrocinado, lo que significa que realizamos este cruce a cambio de contarlo en el blog. Nuestras opiniones son independientes, personales y objetivas, y están basadas en nuestra experiencia real.