Semana 1: ¡a remarla!
Después de nuestra semana 0 en el lago Gutiérrez, empezó el entrenamiento en el agua. Desde las 10 de la mañana y por 2 horas, los kayaks, remos y trajes de neoprene se convirtieron en nuestros fieles compañeros. Todos los días, sin excepción y sin excusas, a remarla.
Con Cuadrante Sur lo que hay que hacer en el agua te sale o te sale y si no, te queman la cabeza para que lo intentes las veces que sean necesarias y después te vas del agua contento, porque al final, te salió. Nuestros días son largos e intensos (sumado a que en Bariloche en esta época del año anochece a las 10pm) con lo cual uno no se acuerda ni de lo que hizo a la mañana. Por eso para no olvidarnos de nada, resumimos nuestra primera semana así.
Aclaración: durante el entrenamiento los dos estábamos en el agua, asi que hicimos una sesión de fotos especial para este relato (con Andrés como modelo).
Lunes – El peor día de viento en contra, al agua
Pensamos que nuestro primer día en el agua iba a ser tranquilo pero Chris y Pablo querían ponernos a prueba. Empezamos con una charla introductoria sobre el equipo que todo kayakista debe de tener y los elementos de seguridad que se tienen que llevar en el bote y en el chaleco salvavidas. Repetimos cada concepto mentalmente pero en un momento, agarramos el cuaderno y empezamos a escribir lo que nos decían porque si no, ensalada total de palabras.
“Puede pasarles cualquier cosa en el agua pero NUNCA suelten el remo eh”, “si le dicen a un kayakista “pasame la cuerda” en lugar de “pasame el cabo” de proa, van a quedar como unos giles”. Estos son algunos ejemplos de la pedagogía de Cuadrante Sur y está bien que así sea porque la entendés o la entendés, no queda otra.
Les presentamos a “Markopolo”
Cuerda no, cabo de proa sí
En los tambuchos uno puede guardar lo que quiera adentro de su kayak
Otros dos elementos de seguridad son la bolsa de rescate y la bomba de achique
Éste es el cockpit, donde uno se sienta adentro del kayak
Cubre cockpit, chaleco salvavidas, cuchillo, rescatador, espejo, silbato: lo que un kayakista debe de tener cuando está en el agua.
Después bajamos los botes a la costa y salimos con Andrés a remar en un kayak doble. Chris, Pablo y Marquitos (otro de los guías) nos acompañaron en sus botes simples. La velocidad del viento ese día era de más de 50 kilómetros por hora y había olas bien marcadas. La ida fue heavy pero la vuelta no se quedó atrás. Inexpertos totales, salimos a “ponerle huevo” y estuvimos a esssssssssto de darnos vuelta (sí, a muy poco), así que la zafamos. Estuvo divertido y a la vez entendimos por qué en nuestro futuro viaje debemos ir cada uno en su propio kayak (los dobles son causa de muchas separaciones y crisis de pareja).
Martes – El remo, una extensión de los brazos
Al día siguiente la velocidad del viento bajó tanto que el lago Gutiérrez estaba completamente planchado, así que aprovechamos para subirnos a 4 botes diferentes para estudiar su maniobrabilidad y estabilidad en el agua, además de profundizar en la técnica de remada. Kayak de río, “sit on top”, de travesía y hasta el “histórico” (uno bien antiguo que tiene más años que nosotros) fueron nuestro entretenimiento durante toda la mañana.
Subirte a uno de río es como estar arriba de unos autitos chocadores: son chiquitos, súper maniobrables y como su nombre lo indica, se usan en ríos de aguas blancas (es decir, ríos de montaña con rápidos, piedras y fuerte desnivel) . El “sit on top” es ideal para salir a remar con amigos o en familia en aguas tranquilas y distancias cortas. La sensación arriba del “histórico” es como el de río, responde a cualquier movimiento que hagas arriba del bote por más mínimo que sea.
Los de travesía (como el “Markopolo”) son lo más: están preparados para hacer pequeños o largos viajes en kayak -tienen tambuchos o compartimentos donde se puede guardar ropa, comida, etc, etc- y como les contamos en el relato anterior, hay para todos los gustos (el “Markopolo” por ejemplo, es un kayak muy “celoso” y para subirte tenés que tener una cinturita y equilibrio divinos, pero como nos dijeron en Cuadrante: “quien dice ser kayakista tiene que saber remar en todo tipo de bote, si no, no sos kayakista”, así que a entrenar se ha dicho).
Esta es nuestra playita y lago de entrenamiento
Tema remada: el primer día que fuimos a remar, salimos del lago con los brazos agotados y cuando se lo dijimos a Pablo respondió: “lo están haciendo mal”. Acto seguido agarró una caña, se sentó en el piso y nos mostró que el correcto movimiento que hay que hacer arriba del kayak sale de la espalda y los hombros, un brazo empuja la pala hacia el frente, la cuchara entra en el agua lo más adelante posible, sale a la altura de la cadera y así sucesivamente hasta completar el recorrido con el otro brazo (obviamente, todo esto es mucho más fácil en el agua).
No se trata de hacer fuerza -y menos en travesías donde por día se pueden hacer más de 50 kilómetros- sino que hay que pasar horas en el agua y practicar, practicar, practicar. El segundo día, la remada salió mucho mejor: hay que sentir el agua con el remo y que éste sea una extensión de los brazos. Conclusión 1: todo es cuestión de tiempo.
Esta es la remada lateral
Despacito, despacito…
…nos vamos moviendo
Miércoles – Autorescate o subite sin ayuda
El miércoles me sentí una tarada. Sí, lo tengo que confesar. El agua del lago estaba muy fría asi que los chicos nos recomendaron que usemos sus trajes de neoprene. Voy al vestuario del camping, me saco la ropa, me pongo el traje y siento algo extraño. Cuando intento cerrar el cierre casi me ahorco. “Ok”, pensé “qué extraño y apretado se siente esto”. Camino hacia la costa y le digo a los chicos: “¿está bien puesto esto?” Me miraron y todos se rieron, cosa que me hizo pensar que el traje de neoprene estaba al revés. Me miré, me sentí aquaman y me tenté. Volví al vestuario, me cambié y salí con mi trajecito bien puesto. Neoprene 1 – Jime 0.
Llegó el momento del autorescate, es decir: darte vuelta con el kayak, salir a la superficie, hacer una serie de pasos y volverte a subir (sin ayuda). La primera vez que vos mismo provocás un giro con el bote y terminás abajo del agua, sentís que te vas a ahogar adentro del kayak -sí, no puede ser otra la sensación de muerte- hasta que te acordás que en el cubre cockpit (el faldón o pollera que se engancha en el kayak y que evita que éste se llene de agua) hay una manijita que tirando para adelante y para arriba te permite salir vivito y coleando del bote.
Pero, ¿cuáles son los pasos para hacer un autorescate? Estos 15. ¿Por qué el estrés de hacer uno? Porque si te das vuelta con el kayak es porque estás en el horno (olas, viento, etc, etc). Conclusión 2: el autorescate lo tenés que hacer en menos de 60 segundos. (Para generar adrenalina, leé estos pasos lo más rápido posible así se asemeja con lo que sentimos cuando tenemos que hacer uno):
1. Me doy vuelta 2. No suelto el remo 3. Salgo del bote impulsándome para atrás 4. Voy hasta la proa 5. Me pongo el remo entre las piernas 6. Levanto el kayak y lo giro en el aire para que salga todo el agua de adentro 7. Aseguro el remo (lo engancho en el kayak) 8. Achico o saco el agua que quedó adentro con un tachito 9. Me voy hasta la popa 10. Subo al bote y me arrastro hasta el cockpit 11. Me siento en el kayak 12. Cierro el cubre cockpit 13. Saco el remo 14. Me voy remando a la costa más cercana 15. Recién festejo el autorescate una vez que estoy en tierra.
VOLVEMOS A REPETIR: TODO ESTO HAY QUE HACERLO EN MENOS DE 60 SEGUNDOS.
Jueves – Apoyate en el agua (‘cantealo nomás’)
El jueves practicamos los apoyos: si estamos a punto de caernos en el agua apoyarnos con el remo para evitar la caída y cantearlo (venir en velocidad y doblar inclinando el bote usando el remo como apoyo –sin caerte, obvio-).
‘Canteá el bote nomás’
Practicando el apoyo con un kayak de río
Viernes – No me puedo mover (me duele todo)
Listo. Llegó el finde y no siento ni los brazos, ni la espalda, ni nada. Tranquilamente me podrían sacar los brazos cual Barbie y no me daría cuenta de que me faltan. Basta para mí, basta para todos.
Donde Nos Lleve La brisa
jajajajajajajajajJAJAJAJAJAJ !!!! NO PARAMOS DE REIRNOS LOQUITOS!!!! QUE LINDO TODO ESO!! ME trajo recuerdo lo del traje de neoprene… jaja! jime no te sientas sola.. a mi me paso algo parecido antes de salir a surfear una vez ( Cris) ..ah !!! y le contamos que proximamente nos encontraremos remando en el Paraná, nosotros vamos a estar remando por Belen de escobar y sus alrededores! ABRAZOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Yamila Barrera
Guauuu! Que genios! Aprenden súper rápido !
Fuerza para lo que viene =)
Ayelen
Es un sueño kayakear. No pude dejar de leer sus experiencias sobre el kayak, fueron muy entretenidas. Felicitaciones y a seguir remandola 🙂
La Vida de Viaje
Gracias Ayelen! A animarse a kayakear entonces!
Gustavo
Tres cosas:
1. Felicitaciones, Uds si que están cumpliendo el sueño de todo ser vivo, ser libre.
2. Están en unos de los lugares mas lindos del país, disfrutenlo.
3. Con que cámara de fotos están sacando las fotos de este blog? (que curioso no?)
La Vida de Viaje
Muchas gracias Gustavo! La cámara es una Canon 60D (aunque la última foto la sacamos con la GoPro) 🙂