Litoral (1): recuerdos de un regreso
De todas las provincias argentinas recorridas hasta ahora (14) ninguna fue pedaleada dos veces. Cada bienvenida tuvo su despedida, cada comienzo contuvo un final previsible en sus últimas páginas. Pero este nuevo viaje tiene un condimento diferente al primero y es el regreso: volver a tierras ya exploradas pero por caminos alternativos, como si debiéramos cerrar el círculo de un capítulo que quedó a medio leer.
Empezamos la aventura en Buenos Aires, llegamos a Entre Ríos, anduvimos por Corrientes, pedaleamos por Misiones y volvimos a Corrientes. El mapa no nos daba otra opción si nuestro plan era recorrer el Litoral primero y el Centro del país después. Teníamos que volver o volver a esa provincia que creíamos conocida.
Y mejor que así lo hicimos.
Si tuviésemos que retroceder tres años (o cuando todo esto se empezó a gestar) y volver a elegir de qué forma viajar, la bicicleta encabezaría otra vez el primer puesto. Pero a veces, muy pocas veces, imaginamos cómo sería viajar de otra manera. Y a veces, muchas veces, cruzarse con otros cicloviajeros que aman y eligen una y mil veces su forma de viajar nos contagian las ganas de seguir: nos recuerdan, casi sin quererlo, el porqué de la elección de esta forma tan particular de vivir despacio, pero en movimiento.
Pablo Romiti viaja en su bicicleta desde hace más de un año. Y su sonrisa y sus ojos y sus alas invisibles y su no-tiempo pero sí su aquí-y-ahora: ir hacia el norte o hacia el sur porque da igual, porque soltó brújulas y papeles y billetes, porque si necesita algo lo suelta al Universo y confía. Nos dice: “lo más difícil de viajar en bicicleta no es ir rápido sino aprender a andar lento”. Y cuanta razón tiene.
“Así como estamos, estamos bien”, me escucho decir. Lo importante del aprender a mirar: estar con cuerpo y alma acá, en este lugar, donde se oyen las pequeñas olas y se respira el césped recién cortado.
Estamos cansados entonces frenamos. Hacen 35 grados entonces nos damos un chapuzón en la laguna. Tenemos hambre entonces tomamos mate y untamos panes con dulce de leche. Necesario silencio: el espacio se libera cuando la mirada se posa. Y qué lindo es ese rato cuando haciendo nada se es todo.
Ver este mensaje, en lugar de cualquier otra cosa escrita con liquid, nos encantó
No todo es color de rosa: me devoraron los mosquitos correntinos. Creo que llegué a contar más de 20 ronchas
Auspicia este inflamado y rascado momento: Caladryl
Ellos vuelven…
Nosotros vamos…
Raúl nos vio cuando frenamos en la banquina para almorzar. Y esperó hasta el último bocado para acercarse con naranjas y una porción de tortilla asada. No puede entender cómo viajamos sin fecha de regreso, porque si él sale hacia algún lugar vuelve en el día o al día siguiente. Pero vuelve.
Su voz sensible carga solo una preocupación y su mirada se hunde en el suelo cuando lo escuchamos decir con timidez: “quiero saber cuándo van a llegar”. Lo dice tan lento que sus palabras nos endulzan los oídos. Si fuese por él (y solo para dormir tranquilo) nos pagaría un pasaje para que estemos mañana mismo en Buenos Aires.
(Todas las semanas Raúl nos manda un mensaje al celular con las mismas preguntas: por dónde andan, cómo están, cuánto les falta para llegar)
Postales que se ven en todo el Litoral
Más tarde frenamos acá y conocemos a Fortunato. Nos cuenta que antes de venirse desde Buenos Aires a Corrientes le construyeron esta escuela en su terreno. La escuela se equivocó: el terreno para levantarla era el de enfrente
Y llegamos a Bella Vista pedaleando por la Ruta Provincial 27
Su historia se destaca por dos motivos: por la producción de naranjas y por la invasión de las tropas paraguayas en la Guerra de la Triple Alianza en 1875
Qué sería de los pescadores sin el ancho río Paraná…
Esta es la vista desde la Cruz de los Milagros
En Bella Vista nos reciben en el Polideportivo. Ahí nos hacemos amigos de Carlos y Enrique, “los vendedores de libros”: ofrecen a las escuelas de todo Corrientes material de estudio (viejas enciclopedias que el diario Clarín no alcanzó a vender en el 2007) y revistas para colorear. Así se ganan la vida. El primer día nos invitan a un asado. El segundo a un sábalo y una boga a la parrilla
Gente de Vialidad: gracias por pensar en nosotros 🙂
Cuando llegamos a Santa Lucía nos damos cuenta de que pedaleamos durante cinco días seguidos, sin parar. El terreno es tan llano y plano que alcanzamos a hacer 90 km por día
Ella es Valeria. Nos escribió a través de Facebook y paramos en su casa tres días. Es maestra de plástica, pinta, dibuja, recicla y ama volar: ama tener los pies sobre las nubes. Gracias a ella conocemos a Richard Bach, un escritor y aviador estadounidense que en uno de sus libros, “El don de volar”, dice algo que nosotros también decimos pero con otras palabras:
Nos hacemos amigos de un hombre no porque tenga pelo castaño u ojos azules o una cicatriz en el mentón que le quedó de un accidente aéreo, sino porque soñamos los mismos sueños, porque ama el mismo bien y odia el mismo mal, porque le gusta escuchar el ruido de un motor marchando en vacío en una tibia y tranquila mañana. Los hechos por sí mismos no tienen sentido.
La última parada en Corrientes es Goya
Conocemos la ciudad gracias a Gera y Maru que nos reciben en su casa (así fue que llegamos a la costanera y a su Paseo del Poeta) (acá sí el liquid está de más)
Nos invitan a pasar un día en una isla (llevamos provisiones como para tres días)
Vemos un atardecer de esos que dan ganas de que duren muchos minutos más
Conocemos a un niño grande (Rama, el que está en el medio). Tiene una escuela llamada Mitaí (o la escuelita divertida) que sigue los pilares de lo que se conoce como Pedagogía 3000: los niños aprenden jugando, no tienen exámenes y sus “materias” (que eligen a gusto y piacere) son pintura, teatro, huerta, cocina, yoga, inventos, danza y reciclado. Si alguna vez tenemos hijos quiero que vayan ahí
A la noche comemos un guiso. La parrilla es un plato de bicicleta
Nos reímos tanto ❤
Y el fuego arde hasta el otro día que nos tomamos la balsa rumbo a Reconquista, Santa Fe
LUCIANO M D'AMICO REBORD
Reirse con Gerardo y Maru???!!! no lo puedo creer….. como extraño esas risas….
La Vida de Viaje
Jajaja si! Unos genios!
CCantor
y yo sigo detrás de un escritorio, trabajando con un PC, desperdiciando la vida. Como muchos existimos, pero dejamos de vivir, sufrimos la enfermedad de la ciudad, la dependencia a sus supuestas comodidades y nos perdemos de un planeta para nosotros. Felicitaciones a los dos, sigan dando pedal y si alguna vez piensan en venir al norte de nuestro hermoso continente suramericano, avisen, los esperamos en Bogotá.
La Vida de Viaje
Si estamos viviendo esta vida es porque alguna vez tomamos decisiones. Creo que con eso te dijimos todo. Bogotá nos espera, pronto estaremos por allá! Un abrazo grade!
Alan Mortean
Que lindo viaje hermanos!!!!
Luz Navarro
Hola Jimena, conocimos a tus padres en la terminal de trenes de Paris. Estuvimos platicando unos minutos esperando nuestro tren con destino a Bruselas y nos platico tu madre lo que uds. hacen y que manera de disfrutar la vida . Voy a seguirlos, para mi será una manera de viajar. Soy mexicana y vivo en Tampico México.
Luz Navarro
La Vida de Viaje
Hola Luz! Qué lindo lo que me contás! Mis padres son grandes promotores de nuestro viaje jaja (además de los fans N°1 de La Vida de Viaje). Gracias por seguirnos y ojalá podamos conocernos en México cuando estemos por allá. Un abrazo fuerte!
Federico
Son una gran inspiración, gracias por hacer casos a sus impulsos.
Adriano Federico Fioretti
Hola ! Muy bueno el relato. Me gusta mucho todas las fotos en especial la de Pablo Romiti… “lo más difícil de viajar en bicicleta no es ir rápido sino aprender a andar lento”.
Que cámara usan? muy buenos detalles y encuadres. Diviertanse mucho!!! Saludos desde Chajarí !
La Vida de Viaje
Hola Adriano! Como nos dijeron por ahí: “no es la flecha sino el indio” jeje La cámara es una Canon 60D. Abrazos muchos!
Marta Negro
Me encanta! Vuestros relatos avivan más mis ganas de viajar en bicicleta. Ojalá podamos seguir vuestros pasos. Saludos desde España
La Vida de Viaje
A poner fecha! Pronto vamos a estar compartiendo más guías sobre cómo planificar un viaje y lo necesario para encarar una travesía de este tipo (equipo, etc). Saludos, Marta!
Marina
Inspiran, conmueven, contagian.
“Lo más difícil de viajar en bicicleta no es ir rápido sino aprender a andar lento “: en dos meses empiezo a viajar por el mundo sin tiempo ni destino fijo y, aunque no voy en bici, me voy a llevar esa frase anotada para cuando me gane la ansiedad y no esté ” aquí y ahora “.
Gracias por compartir sus relatos.
Buenas rutas y un abrazo!!!
La Vida de Viaje
Qué lindo, Marina! Otras frases para que sumes en tu listita: “Se puede”, “Confiá”, “Menos compu, más natura” ésta última fundamental si tenés un blog de viajes jaja (es más, si querés calcos para llevarte (como hacemos nosotros en nuestros viajes) están todas acá: https://www.facebook.com/ProyectoCalco. Mucha buena suerte!
Alcibiades kalambas Bernal
De nuevo encantado, con la narración de sus viajes…la vida les dará una mejor recompensa…
La Vida de Viaje
Que la recompensa sean más viajes, por favor! jaja Gracias Alcibiades, siempre firme y presente con tus comentarios!
mercedes elsa rios
Emocionante sus relatos chicos!!!los leo siempre,recorro con Uds cada rincon q recorren,gracias por compartir!!!!buen camino,que Dios y la Virgencita los siga protegiendo y acompañando!!!!abrazos??
Juan Manuel
Que buenos relatos e imagenes chicos!!! espero que anden bien y sigan para adelante!!!! Desde Goya mis saludos!!!
Ariel Santiano
MARAVILLOSO chicos !!! Ya lo saben de mi parte y lo diré siempre… el complemento Jime – Narradora / Andrés – Fotógrafo es explosivo, que deleite para nuestros sentidos !!!
Beso enorme y abrazo al corazón 🙂 buena ruta !!
La Vida de Viaje
Mil gracias, Ari! Y gracias por tan lindos días en Humberto Primo (pronto se viene ese post). Abrazos!